Posteriormente pasó a la televisión, para finalmente desempeñarse como director periodísticos de CPN Radio.

Una junta de médicos de los hospitales FAP, de la Marina, la Policía y del Hospital Almenara, convocados por la ministra del Interior, Mercedes Cabanillas, dispuso dos operaciones. La primera, practicada en la tarde del domingo, para restar la presión de un coágulo en el cerebro. La segunda, a fin de tratar su edema cerebral, solo tenía entre 1 y 4% de probabilidades de éxito. Sin embargo, una vez acabada, Juliana Oxenford anunció que el resultado había sido positivo, sin presagiar la falla cardíaca.La noticia de la semana ha sido sin duda alguna la trágica muerte de Álvaro Ugaz. Un hecho que es hasta cierto punto paradójico: el hombre que llevaba las noticias, ahora es noticia. Y es que la muerte, con sangre y dolor de por medio, siempre resultará un manjar exquisito para los medios de prensa, mucho más si se trata de un personaje conocido. Esto solo me puede llevar a una reflexión dura pero real: La sangre atrae al periodismo como la carroña al buitre. Decía Don Luís Miró Quesada de la Guerra: “el periodismo puede ser la más noble de las profesiones o el más vil de los oficios”. Gran verdad. Y es que esto del periodismo a veces raya, con intención o sin él, en la esquizofrenia. Un solo reportaje puede salvar una vida y al mismo tiempo puede mandar a la tumba.
Lo que ha pasado con Álvaro Ugaz es un reflejo de ello.
El periodista Álvaro Ugaz falleció la noche del lunes 23 de Marzo

Q.E.P.D. el periodista Álvaro Ugaz
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